'El Mito de Sísifo' ~ Albert Camus.
Albert Camus nace en Mondovi (Argel) en 1913, y muere en 1960 en Francia en un accidente de coche, siendo escritor, ensayista y filósofo. Además participó en la Resistencia y obtuvo en 1957 el Premio Nobel de Literatura.
Las concepciones de Camus se formaron bajo el influjo de Schopenhauer, de Nietzsche y del existencialismo alemán, una corriente filosófica que comprende desde el periodo de entreguerras hasta la década de los 60, siendo el tema fundamental la pregunta por el ser (la realidad) y el hombre.
Este autor tiene varias obras como ‘El extranjero’, ‘La peste’, y ‘El Mito de Sísifo’, siendo esta última la que vamos a analizar en esta entrada.
Como hemos podido ver, Albert Camus se enfoca en el sin sentido de la vida, de la existencia y la rutina vital. En otras palabras, en ‘el absurdo’.
En la primera parte del fragmento (líneas 1-8) aparecen indirectamente las siguientes preguntas: ¿Vale la vida la pena? ¿Es mejor la vida o el suicidio? Camus dice que responder esta pregunta es trabajo de los filósofos, aunque para que un pensador sea creíble, debe predicar con el ejemplo.
Posteriormente (9-13) describe el sin sentido de la rutina vital, el acto repetitivo de la vida. Y es que tras la rutina surge siempre la pregunta del ‘por qué’, ¿por qué estoy haciendo lo que hago? ¿Vale la pena?
Esta cuestión nos lleva a la tercera parte de la obra (14-21), en la que se detalla acerca del cansancio, estando este provocado por la repetición (la rutina). Tras el cansancio y la pregunta del ‘por qué’, viene la consecuencia, pudiendo ser el restablecimiento (la vuelta a la rutina), o bien, el suicidio.
En la última parte (22-25) puntualiza que somos esclavos del tiempo y del porvenir, es decir, vivimos en el mañana. No nos centramos en el presente, sino en el futuro. Incluso, (aunque no está en el texto) afirma que el pasado no existe, ya que poseemos límites del recuerdo, nunca nos acordamos exactamente del pasado, lo modificamos a partir de nuestro punto de vista.
Camus plantea que tras la pregunta, respondamos con el restablecimiento, pero no por nosotros mismos, sino por los demás, los otros, los débiles. Debemos ser empáticos con los que nos rodean sin esperar ningún tipo de recompensa. Él mantiene que nuestro deber es ayudar a la disolución del mal, ya que ver a un niño solo y atormentado es un elemento absurdo de la existencia humana, la representación del mal, el dolor y la muerte. No es más que un sin sentido.
En ‘El Mito de Sísifo’, tal como dijimos anteriormente, apoya que la rutina no es más que un piloto automático, somos llevados y controlados por el tiempo, pensando siempre en el mañana. Por esto nos cansamos y nos preguntamos si vale la pena la vida, acabando en el suicidio o en la vuelta a la misma rutina o una distinta, siendo esta última la respuesta correcta según Camus, ya que debemos ser solidarios y ayudar al resto de personas.
Desde la fe, podemos decir que el mal en realidad es la ausencia de bien, es como la oscuridad, la ausencia de luz. Y es que el mal del que hablábamos antes puede llevar al hombre hacia la trascendencia, es decir, la búsqueda del sentido de la vida, o al ateísmo (¿Cómo puede permitir Dios que exista el mal?). Aunque, al final, hacernos esta cuestión nos hace esclavos ante el mal, ya que no luchamos contra ella.
En conclusión, Albert Camus mantiene que tenemos que negar el suicidio, y trabajar por una sociedad justa, sin sufrimiento y dolor. No podemos estar siempre ‘mirándonos el ombligo’. Es nuestra obligación responder hacia el ‘tú’ en vez de al ‘yo’.
Has realizado un estupendo trabajo. Espero que las ideas de este filósofo te haya ayudado a reflexionar.
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